En la primera sesión, realizaremos una evaluación completa de tu historial médico y una exploración física detallada para identificar la causa de tus síntomas. A partir de esta evaluación, diseñaremos un plan de tratamiento personalizado que puede incluir técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y recomendaciones para tu recuperación. Es importante que traigas cualquier informe médico relevante y uses ropa cómoda para facilitar la exploración.

El número de sesiones varía según la condición específica de cada paciente, la gravedad de la lesión y la respuesta al tratamiento. Algunos pacientes experimentan alivio después de unas pocas sesiones, mientras que otros pueden requerir un tratamiento más prolongado. Durante la evaluación inicial, podremos estimar la duración aproximada de tu tratamiento.

Es posible experimentar cierta incomodidad durante o después de las sesiones, especialmente si se están tratando áreas con dolor crónico o lesiones recientes. Sin embargo, la fisioterapia no debe causar un dolor intenso. Es fundamental comunicar cualquier molestia a tu fisioterapeuta para que pueda ajustar el tratamiento según tus necesidades y tolerancia.

El tratamiento del suelo pélvico incluye una variedad de técnicas, como ejercicios específicos para fortalecer los músculos pélvicos (conocidos como ejercicios de Kegel), terapia manual, biofeedback y educación postural. Estas técnicas están diseñadas para mejorar la función muscular, aliviar síntomas como la incontinencia y mejorar la calidad de vida. Nuestros fisioterapeutas especializados te guiarán a través de un plan de tratamiento personalizado basado en tus necesidades específicas.